El 8 de marzo, Rels B ofreció una noche épica en el Palau Sant Jordi, superando la lluvia y su enfermedad para entregar un show lleno de energía, emoción y conexión genuina con su público.
Rels B, el pasado 8 de marzo en el Palau Sant Jordi
Rels B aterrizó en el Palau Sant Jordi el 8 de marzo y lo hizo con un único objetivo: demostrar por qué es uno de los artistas más relevantes de la música urbana actual. Ni la lluvia ni la gripe que arrastraba impidieron que el mallorquín se dejara la piel en el escenario, entregando un espectáculo que dejó a los asistentes con la piel de gallina.
Desde el primer acorde, el público sabía que iba a ser una noche inolvidable. Arrancó fuerte con "1 de enero, Puntacana", marcando el ritmo de lo que estaba por venir. La conexión con la gente fue inmediata, casi visceral. No hubo tregua. "Caída del cielo" y "Pa quererte" elevaron la energía del recinto, mientras que "¿Cómo dormiste?" provocó un coro unánime que retumbó en cada esquina del Sant Jordi.
El show estaba perfectamente estructurado. Entre canción y canción, Rels B no solo cantaba, sino que hablaba con su gente. No fue un recital de temas lanzados al aire, fue un diálogo. "Un rodeoooo" y "Tienes el don" mantuvieron el nivel arriba, mientras que "Como antes" y "Buenos genes" (cover de Dellafuente) sirvieron como un pequeño respiro antes de la siguiente explosión.
Hubo momentos de nostalgia con "Me gustas natural" y "Shorty que te vaya bn <3", pero el clímax llegó con "Sin mirar las señales" y "La prisión", dos himnos que hicieron vibrar el recinto. Para los más fieles, los covers de Junior H, "Un desperdicio" y "Y lloro", fueron un regalo inesperado, una muestra más de la versatilidad del artista.
Cuando parecía que el espectáculo no podía mejorar, llegó "Mejor no nos vemos" seguida de "Se apaga // me apago" y "Te regalo", en una recta final que dejó sin aliento a más de uno. "Lejos de ti" y "La última canción" cerraron el set con una mezcla de emoción y melancolía, pero aún quedaban fuerzas para más. "Un verano en Mallorca", "La vida sin ti" (cover de Lia Kali) y "A mí" dejaron claro que Rels B no es solo un cantante, es un contador de historias que sabe tocar el alma de su público.
Y cuando todo parecía terminado, cuando las luces comenzaron a bajar y la gente se preparaba para la despedida, llegó el último golpe de efecto: "Lo que hay x aquí". Un cierre apoteósico, como un sello de autenticidad que dejó claro que Rels B no está aquí de paso, sino para quedarse.
El Palau Sant Jordi fue testigo de algo más que un concierto. Fue una noche de comunión entre un artista y su gente. Fue energía, fue emoción, fue un golpe en el pecho que resonará en la memoria de todos los que estuvieron allí.