Bizarrap, Emilia, Nicki Nicole, Lucho SSJ, YSY A y Neo Pistea fueron algunos de los invitados a la velada de la noche del sábado
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Duki en el Santiago Bernábeu / María Fernández
El pasado sábado, 8 de junio, el Estadio Santiago Bernabéu se transformó en un coliseo de energía y pasión, acogiendo a Duki, el fenómeno del trap argentino, en un concierto que quedará grabado en la memoria de todos los asistentes. Con una asistencia que superó las 65.000 personas, el espectáculo fue una celebración de la música urbana y la consolidación de Duki como uno de los artistas más influyentes de su generación. Tres cambios de look, dos horas y media de concierto y un total de 42 canciones interpretadas: Duki demostró que su música tiene el poder de cambiar el mundo.
El reto de actuar después de Taylor Swift no es nada fácil, pero el argentino, puntual como un reloj, decidió revolucionar a sus fieles seguidores. Con cadenas de oro y peinados extravagantes, un público heterogéneo disfrutó de uno de los artistas más notables de la música argentina. Comenzó como freestyler en batallas de gallos y se consagró como un rapero único.
Cada estribillo fue coreado al unísono, demostrando el poder de convocatoria del argentino. Desde el inicio hasta el final, el espectáculo estuvo lleno de sorpresas. Junto a Duki, artistas como Nicki Nicole, Rei, YSY A, Neo Pistea, Lucho SSJ, C.R.O, WEST DUBAI, Jhayco y Emilia Mernes, quien conquistó a los presentes con su aparición y un beso emotivo, elevaron la noche a niveles épicos.
El momento cumbre llegó con 'Rockstar', 'Como si no importara', 'Si quieren frontear' y 'Hello Cotto'. Duki no descansó, sólo interrumpió su show por imprevistos sufridos por algunos fans. “Abran hueco para que pueda salir”, expresó repetidamente, demostrando su preocupación. La llegada de Bizarrap, una colaboración sorpresa, provocó un estallido de gritos desde todas las zonas del estadio.
El broche final llegó con 'She Don’t Give a Fo', una canción que, como había prometido, no podía faltar. Duki puso fin a una noche que ya es historia del Bernabéu. “Una de las más especiales de mi vida”, confesó el rapero, quien es el primer argentino en llenar las gradas de un estadio reconvertido en espacio de eventos musicales.
Durante casi tres horas, Duki agradeció a su familia, su equipo y sus seguidores. Aunque el calor no acompañaba, su energía pirotécnica mantuvo al público en éxtasis, dónde además el rapero paró su espectáculo varias veces para pedir asistencia médica para sus fans, recibiendo aplausos por su preocupación. A pesar del calor y los desmayos, la multitud no dejó de saltar y vibrar con cada canción.
Duki se despidió dejando un rastro de historia para su país y su industria musical. Una noche que quedará grabada en la memoria de todos los presentes, un hito en la carrera del rapero y en la historia del Bernabéu.
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