Cullera vuelve a celebrar 4 años después el Medusa Festival tras la pandemia y después de la tragedia que canceló la edición de 2022
Medusa Festival 2023 / Redacción: Jesús Ferri, Antonio Ferri y Andrea Vicent
Medusa Festival ha regresado tras cuatro años de ausencia con una edición que ha dejado clara una
apuesta del festival por la electrónica por encima de cualquier otro género. Esta edición ha vuelto a
congregar a cientos de miles de personas durante los 3 días, aunque es cierto que la sensación es que
el Zevra Festival, organizado por la misma empresa y celebrado en el mismo recinto, logró congregar
a un mayor número de personas si atendemos a las pocas colas que hubo en el Medusa y a la facilidad
para, por ejemplo, acceder a las mesas para cenar sin grandes dosis de espera.
Pese a esa sensación, lo cierto es que en los artistas más relevantes se pudo apreciar un llenazo en los
principales escenarios, algo que indica que la recepción ha vuelto a ser buena por parte de los
festivaleros de toda España pese a todo lo ocurrido en los últimos años con la pandemia y con la
última edición, cancelada a las pocas horas por problemas meteorológicos que derivaron en una
tragedia humana.
El primer día nos dejó un Oliver Heldens estelar que abrió el festival a lo grande. Su capacidad para
hibridar un estilo que deambula entre lo comercial y lo underground es un acierto para cualquier gran
evento musical de estas características, y es que no deja a nadie indiferente. Los ingleses de Third
Party sorprendieron con un set que aunó su tradicional progressive house con algunos elementos
Future Rave que elevaron el nivel del mismo. Ferry Corsten puso la nota trance antes del primer
Openning Ceremony, que nos ofreció un vídeo cargado de nostalgia, imágenes de ediciones pasadas
y momentos que han marcado el recorrido del festival. El vídeo finalizaba con el anuncio de la edición
de 2024, con inspiración egipcia y cuyo nombre es “Los sueños de Hathor”.
Los hermanos más famosos de la industria musical con permiso de Ferry and Merino, Dimitri
Vegas and Like Mike tomaron el mando del mainstage tras la ceremonia inaugural para llenar de
energía a los miles de asistentes que se dieron cita en el recinto principal. Tras los belgas llegó
Quintino, un clásico de la ciudad de Valencia y de sus festivales que continuó con la línea marcada
por sus antecesores. Después del Dj local, Energy Time, fue la hora del hard. Los 'bpm' se
desataron con Subzero Project, Sefa y Ran-D, que enloquecieron al público del Medusa para
cerrar un gran primer día.
El segundo día tuvo al valenciano Brian Van Andel como primer plato tras el retraso en el horario
de Don Diablo. El holandés apareció sobre las 21:30 en el escenario principal ofreciendo un set que
rompió con todo lo que habíamos escuchado el anterior día. Su sonido que fluctúa entre el Future
House, Bass y Tech-House fueron un soplo de aire fresco tras un día marcado por el hard y el
movimiento Future Techno. Orjan Nilsen trajo un poco del State Of Trance de AVB justo antes del
segundo Openning Ceremony, que resultó ser exactamente lo mismo que el día anterior para nuestra
decepción.
W & W acercaron al público melodías por todos reconocibles, trajeron dinamismo y sobre todo una
actuación en la que no faltaron sus particulares tracks combinados con algunos más nuevos
prácticamente recién salidos del horno. Djs from Mars volvieron a pisar el recinto tras su paso por
el Zevra hace un año. Como siempre, los reyes de los mashups, hicieron de las suyas con sus
combinaciones inesperadas y su energía contagiosa. Mattn y Mandy cerraron el día en el escenario
principal. Los aficionados al tecnho vivieron también un día intenso con el ́bact to back ́ de Paco
Osuna y Marco Carola desatando la locura durante varias horas.
El último día dibujaba un panorama que solo podía acabar con algo histórico. Y así fue. Orient y
Wade inauguraron una jornada de música que será difícil de olvidar para los asistentes al Medusa
Festival. Wade se ganó a los presentes con una versión del famoso paso doble “el fallero” y su
declaración de amor hacia “la terreta”. El sevillano dio paso a Paul Van Dyk, uno de esos nombres
que suenan a historia, a leyenda. El trance sin descanso de su set preparó el terreno para el último
Opening Ceremony y la llegada de David Guetta, que se retrasó unos minutos mientras preparaban
el escenario con sus mejores galas. El francés ofreció casi hora y media de sesión con todo lo que
podíamos esperar y más. Pinchó sus clásicos enloqueciendo al público, trajo como 6/7 ́Ids ́ que nunca
había pinchado y apostó como siempre por el Future Rave para que la euforia siempre estuviera
presente. La emoción estuvo a flor de pie en temas como Wake me Up del desaparecido Avicci o
Without you del propio Guetta. El llenazo del mainstage en esta edición se lo ha llevado de calle el
Dj francés al igual que el corazón de todos los presentes. Es imposible no rendirse antes esta leyenda.
Las gemelas Nervo sucedieron al francés con otro set que se retrasó con respecto a la hora marcada
en el horario. Las australianas, habituales ya tanto del Zevra como del Medusa, ofrecieron una
actuación también acorde a lo esperado: melodías pegadizas, drops potentes y esa dosis de nostalgia
que siempre las acompaña por ser uno de los símbolos que de la edad de oro del EDM.
Dj Nano puso en pie el escenario principal justo antes del cierre con uno de los reyes del hardstyle:
Headhunterz. El holandés puso el broche de oro al mainstage después de tres días de desenfreno,
mucha música y emoción.
Pero aquí no acaba el festival porque siempre hay algo más que contar y es que en el escenario tecnho
no querían parar de hacer historia por los que tras un último día en el que acogieron a Solardo,
Andrea Oliva o Nic Fanciulli, apareció en escena la mayor leyenda de este género: Carl Cox. Su
llegada inició un maratoniano set que se alargó mucho más de las dos horas planeadas, pues cuando
Carl Cox toma el mando nunca se sabe cuándo será el final. El inglés de origen barbadiense hizo
historia como no podía ser de otra forma e hizo que Medusa Festival amaneciera con su música, algo
para el recuerdo.
Con este set para los anales de la música electrónica en España acabó una edición que cumplió con
las expectativas y que ha servido para que Medusa vuelva tras cuatro años de parón.
La nota negativa de la experiencia en el Medusa 2023 la ponemos en el trato que se dio a la prensa,
o al menos a los medios con los que coincidimos y que nos lo confirmaron. Se ofreció un abono
general a los medios, sin ningún tipo de contacto por parte del equipo de prensa del festival y sin
atender las necesidades que pudiéramos tener los miembros de los medios que íbamos allí a cubrir el
evento y a darle difusión.
Tampoco se permitió la entrada ni de agua de fuera ni de nada de comida, por lo que se obligó a la
prensa a la adquisición de agua y comida en el propio festival, algo que es la primera vez que nos
ha ocurrido en el tiempo que llevamos cubriendo eventos de este perfil.
En nuestro caso no tuvimos
que realizar ninguna cobertura inmediata, pero si hubiera sido el caso era imposible poder trabajar en
condiciones al no disponer ni de carpas para los medios, ni de entradas al festival individualizadas ya
que se entrababa con el resto de festivaleros. Tampoco se otorgaron ningún tipo de facilidades para,
al fin y al cabo, dar a conocer el festival. Es por ello que salimos del propio evento con la sensación
de que se puede mejorar en este aspecto para, por lo menos, que los medios que van a difundir el
festival puedan hacerlo de la manera correcta y no se encuentren allí abandonados y sin ningún tipo
de posibilidad de hacer el trabajo correctamente.
Ni se piden pases VIP, ni bebida de todo tipo gratuita, ni comida gratis, tan solo la posibilidad de
poder trabajar de la forma correcta y sin trabas que dificulten nuestra labor de difusión del propio
festival.
Pese a esto la sensación fue muy positiva a nivel musical. El regreso del Medusa y su clara apuesta
por la electrónica es un buen presagio para la edición del año que viene, que genera expectación por
ver qué cartel ofrecen tras superar la sequía de cuatro años sin poder celebrar con normalidad el
festival.
El próximo 15 de octubre estarán a la venta las entradas del próximo Medusa Cullera Festival, un
pequeño cambio en la nomenclatura del festival para celebrar su décimo aniversario desde que en
2014 se celebrara la primera edición. “Los sueños de Hathor” nos esperan en Cullera del del 7 al 12
de agosto de 2024.